Las relaciones de pareja son cosas delicadas y complicadas, requieren de la máxima colaboración de las personas para que toda función y para que la convivencia sea buena, pero sobre todo necesitan que exista una salud sexual que sea la base de toda la relación. Y es que cuando dos personas se comprometen a estar juntos es porque con ese compañero o compañera tienen todo lo que necesitan en la vida, y sin duda que el placer sexual es algo sumamente necesario, por lo que no se debe evitar por ningún motivo, sino que más bien debe ser todo lo contrario, se debe fomentar. Es importante que en la pareja haya mucho sexo y que este sea muy bueno y entretenido, que involucre todo tipo de juegos y sensaciones nuevas cada vez que vayan a la cama para que ninguno de los dos se aburra ni caiga en la monotonía, y de esta forma se garantiza una relación muy duradera en el tiempo. Esto lo refuerzan miles de expertos en convivencia de parejas de todas partes del mundo, y es que ciertamente el sexo es la base de toda relación.
La abstinencia en una pareja no es buena en lo absoluto, ya que empieza a producir sentimientos de inconformidad, quejas, surgen tentaciones en otros lugares y es normal pues el sexo es algo que no puede faltar. Cuando en una pareja empiezan a escasear las noches de sexo apasionado es típico que empiecen a surgir los problemas entre las personas, y que tarde o temprano la relación se vaya a la basura o aún peor, que las infidelidades se conviertan en una opción para los que están faltos de placer.
Lo mejor es resolver todos los problemas de pareja en la cama, y recordar porque es que decidieron estar juntos en un principio. Cuando se tiene alguna discusión o problema en casa y lo que se decide hacer es negar el sexo en las noches junto a la pareja, lo que se hace es avivar más un problema que quizás no era para tanto, pero cuando empieza a afectar la parte sexual sí que se vuelve delicado. Por el contrario, irse a la cama y darse placer y satisfacción mutuamente hace que todas las incomodidades se olviden, y solo haya voluntad para disfrutar de un encuentro íntimo con esa persona especial con la que hemos decidido pasar el resto de nuestra vida.